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lunes, 23 de septiembre de 2013

El Barranco Escuer



Hasta ahora hemos descrito los trabajos de hidrología más importantes realizados en la ribera del río Gállego, los cuales coincidieron con los cauces del Bco. Arás y del Bco. Arratiecho. Aunque de menor entidad, hay otros afluentes del Gállego sobre los que también se ejecutaron trabajos de corrección. Algunos de estos trabajos se realizaron durante la existencia de la ya mentada 6ª División Hidrológico-Forestal. Otros realizados unos cuantos años más tarde corrieron ya a cargo de un nuevo organismo. Me estoy refiriendo al Patrimonio Forestal del Estado (PFE), creado en marzo de 1941, el cual vino a sustituir a la 6ª DHF. En una futura entrada hablaré largo y tendido de este nuevo organismo pues su labor en la provincia de Huesca fue más que considerable tanto por la envergadura de los trabajos acometidos como por la prolongación en el tiempo de los mismos.

Portada del proyecto redactado por Genaro Brun.
en 1935. Foto: Archivo Cartagra
 Todos los cauces citados en anteriores entradas más otros que se incluirán próximos post,  quedaron incluidos en un completo estudio que abarcó toda la cuenca del Río Gállego. Ese documento fue redactado por Pedro Ayerbe y fechado un 25 de noviembre de 1902. El conjunto de esta cuenca según sus cálculos abarcaba unos 1.700 km² los cuales dividió en 12 Secciones compuestas a su vez de un número variable de Perímetros (1). Aunque no sería hasta 1935 cuado este cauce dispusiera de un proyecto específico para el Barranco de Escuer el cual fue redactado por el ingeniero Genaro Brun Arqué. Si bien, aquél proyecto no fue aprobado por el Ministerio de Agricultura hasta el 1 de marzo de 1940. Hasta ese momento, la 6ª División Hidrológico Forestal trabajó en este cauce a base de propuestas anuales. 


 Su cauce tiene 2.750 m de longitud mientras que su cuenca abarca 357 Ha y según una publicación de la época “Es uno de los torrentes que muestra de manera más patente los desastrosos efectos que produce la denudación en los terrenos margosos. Únicamente la lucha por la existencia, la satisfacción de la primera necesidad y la ignorancia, por no llamarla egoísmo, del presente, pudo inducir a los vecinos del citado pueblo a roturar casi totalmente la cuenca de recepción del torrente”. Debido a aquella situación, este cauce fue en su momento tan activo como cualquier otro de la zona. De las consecuencias de la falta de vegetación en su cabecera habla una nueva cita: “El cono de deyección, no menos importante que el del Torrente Arás, ocasiona análogos accidentes en la carretera, que queda destruida e intransitable en cada avenida. Y como ambos conos distan entre sí pocos metros, se ha dado repetidas veces el caso de que, después de atravesar con dificultades el cono del Escuer, esté infranqueable el Torrente Arás, y, al tratar de retroceder, no haber posibilidad de atravesar nuevamente el Escuer, por haber aumentado la crecida.” (1).

Ubicación prevista para el nuevo. Foto: Cartagra


El lamentable estado de su cabecera permitió que la erosión actuara de forma intensa sobre ella. Parece ser que los arrastres derivados de la misma favorecieron que en varios puntos de su cabecera, el lecho de desagüe quedara soterrado. Eso permitió que la corriente principal buscara un nuevo paso y lo hiciera más hacia la ladera izquierda y bastante próxima al pueblo de Escuer (2). El propio Tomás Ayerbe describió aquella situación en las páginas de la Revista Montes en los siguientes términos: “Resultado de tal proceso de destrucción: desaparición de casi la totalidad del arbolado del monte y de los cultivos, que han tenido que ser abandonados; aterramiento de la mayor parte de la vega, y amenazado tan seriamente el poblado, que, en evitación de una catástrofe, se dispone el vecindario en masa a abandonarlo y a emplazarlo de nuevo en una parte del lecho de deyección, garantizado de todo peligro por los trabajos de corrección a realizar… De no existir el servicio hidrológico-forestal, que bien merece el calificativo de providencial, el pueblo de Escuer desaparecería y sus moradores tendrían que buscar en la emigración su necesario sustento” (3).

Durante la primera fase de los trabajos que se ejecutaron en este cauce fue cuando el ingeniero Ayerbe consideró necesario disponer de una infraestructura mínima para poder acometer con más garantías los trabajos de corrección de este cauce. Eso supuso según su criterio la necesidad de contar con un vivero en las proximidades así como una casa forestal en la que viviera al menos un guarda. Él habría de ser el encargado de la vigilancia y control tanto de las obras como del monte, y así mismo, también del funcionamiento del vivero que fue dedicado a San Francisco de Asís, patrono de los forestales.
 Construcción de la casa forestal de Escuer y del vivero de San Francisco hacia 1910. Colección Tomás Ayerbe
La casa forestal de Escuer en la actualidad está cerrada y en su vivero hace años que no se produce planta. 
     Foto: Archivo Cartagra




Según continuó relatando el propio Ayerbe, todos los vecinos de Escuer estaban convencidos de la peligrosa situación en la que se encontraban un buen número de casas de este pueblo. Parece ser que ante la inminencia de algún derrumbe, los vecinos estaban dispuestos a que tanto los terrenos sobre los que se asentaba el pueblo como los escasos campos de cultivo que poseían, fueran declarados como “patrimonio comunal”, lo cual habría de facilitar sobremanera la ejecución de los trabajos hidrológicos, especialmente los de la repoblación forestal de su cuenca. Como contrapartida, la 6ª DHF se comprometió a elaborar los planos del nuevo pueblo de Escuer que se pensaba construir cauce abajo y no muy lejos de la orilla del Río Gállego. Los vecinos solicitaron más ayudas a la administración forestal pues parece que no contaban con suficientes recursos: “La mayor dificultad que para la solución del problema se presentaba al vecindario era la de lograr siquiera fuera un pequeño auxilio para la construcción de sus nuevas viviendas; pero esta incógnita también ha sido despejada con alguna aproximación, dado que no se trata de construir palacios, sino humildísimas casas, con notorio beneficio para los vecinos y para el Estado” (3). Una nueva referencia a aquella situación nos cuenta que para finales de 1923 ya había varias casas abandonadas en Escuer y otras “agrietadas y desmoronándose” (4).

Aspecto actual del conjunto de la cuenca del Bco. Escuer en el que se aprecia perfectamente el cono de deyección (delimitado por líneas rojas) y la ubicación de los dos núcleos. Foto: Archivo Cartagra
 La aproximación a la que se refirió Ayerbe será explicada a continuación. Los ingenieros de la 6ª DHF se dieron cuenta que en la cabecera de la cuenca no había canteras de las que extraer buenas piedras para emplearlas en la construcción de los diques previstos. Parece ser que con la acumulada en el propio lecho del Bco. Escuer era insuficiente por lo que la única solución pasaba por subirla con caballerías nada menos que desde el cono de deyección de este cauce. El propio Ayerbe tuvo clara la inviabilidad de aquella opción: “…y subida a los emplazamientos -de los diques- a lomo, por no existir camino carretero ni ser económicamente práctico el construirlo. El transporte en tales condiciones sería costosísimo y poco menos que imposible de realizar” (3). Al mismo tiempo, los vecinos de Escuer se encontraron con otro problema para construir sus nuevas casas. En un primer momento se habían planteado deshacer sus casas originales y bajarse la piedra hasta el nuevo emplazamiento del pueblo y usarla para las nuevas casas. Aquel planteamiento suponía también un esfuerzo en tiempo y esfuerzo que se antojaba inviable.

Dique de cierre original construído hacia 1920. Foto: Archivo Cartagra
El mismo dique en la actualidad. Obsérvese como en su día fue recrecido a partir de la cota del vertedero de aguas debido muy posiblemente a la colmatación del mismo. Foto: Archivo Cartagra
Debió ser el propio Tomás Ayerbe quien propuso a los vecinos una opción que podría beneficiar a todas las partes. En vez de describirla recuperaré textualmente el párrafo donde quedó expuesta “La solución, por consiguiente, está en adquirir para los trabajos de corrección en la cuenca la piedra de las casas del actual pueblo, de las que los vecinos no utilizarán más que las maderas y material de las cubiertas aprovechable; piedra que están dispuestos a ceder a muy bajo precio. El importe de ellas les suministra recursos para sus obras, y el Estado economizará una respetable cantidad, por el notablemente menor coste del repetido material al pie de los emplazamientos de las correcciones a construirVéase con qué relativa facilidad un pueblo llamado a desaparecer se erguirá de nueva planta y contará con monte y vega suficiente a llenar sus necesidades” (3). Aquella propuesta fue finalmente aceptada y los vecinos comenzaron a extraer toda la piedra necesaria del mismo cono de deyección del Bco. Escuer, muy cerca del emplazamiento escogido para el nuevo pueblo. Cabe señalar aquí también que el Estado, tal y como reconociño este ingeniero, ya tenía calcula la forma de resarcirse de parte de esos gastos, mediante los impuestos de contribución que aplicaría a las 800 Ha que suponía la totalidad del monte de Escuer así como otras 100 Ha de campos de cultivo.

Aspecto de los trabajos de corrección poco después de su conclusión. Foto: Archivo Cartagra
Vista actual del mismo lugar de la anterior foto donde se aprecia como la vegetación cubre la mayoría de los muros y hasta el dique de consolidación del fondo del barranco. Foto: Archivo Cartagra
Pero como ya se dijo al principio de este post, el proyecto definitivo y específico para este barranco no se aprobó hasta marzo de 1940. El ingeniero Genaro Brun calculó para su ejecución un montante total que ascendió a 1.460.882,86 Pts. Esa cifra la desglosó del siguiente modo: trabajos de repoblación: 96.931,96 Pts; trabajos de corrección: 1.219.566,18 Pts; trabajos auxiliares: 12.750 Pts y gastos generales: 131.634,72 Pts.

Dame coiffe o señorita en formación en el tramo 
medio del Bco. Escuer. Foto: Archivo Cartagra
Los trabajos forestales consistieron en la plantación de resinosas en unas 195 Ha de su cuenca. Otras 100 Ha estaban ocupadas por pastizales, zonas aisladas de arbolado, el pueblo y caminos. La plantación, según el proyecto, debía hacerse con una densidad de 2.500 hoyas por hectárea. Además el proyecto decía que: "Las 13,43 hectáreas de laderas erosionadas y el cono de deyección de 53,48 hectáreas, se consolidarán con especies rústicas de gran raigambre y rápido crecimiento tales como salix, abedul, acacias, etc. Los trabajos de corrección contemplados fueron la construcción de muretes de mampostería siguiendo las curvas de nivel y gaviones, intercalando entre ellos enfaginados nada menos que hasta 35 km. En la zona de la garganta se consideró que lo más conveniente era construir varios diques de consolidación. Entre los 9 diques de primer órden y un número indeterminado de diques secundarios sumaban un total de 28.000 metros cúbicos de mampostería hidráulica. A esa cifra había que añadir otros 18.000 más entre gaviones y muros. Dentro de los trabajos auxiliares se contempló la construcción de hasta 6 km de sendas de un metro de anchura así como un albergue donde guardar herramientas, material o poderse guarecer los propios obreros. Dejó para último momento, una vez construidos los diques y comprobada su efectividad, la necesidad de llegar aconstruir una canalización de este cauce dentro de su cono de deyección (5).

Dique de consolidación en el tramo rmedio 
del Bco. Escuer. Foto: Archivo Cartagra

Una nueva justificación de la necesidad de intervenir sobre este cauce la encontramos en la propia memoria de este proyecto: “Es por tanto tan necesaria la corrección del Escuer como la del Arás que deben llevarse conjunta y rápidamente a fin de evitar se prolongue la situación actual de abandono y de peligro en la circulación de una vía tan importante como el camino a Francia”. Parece ser que los cortes en aquella carretera habían ocasionado numerosas quejas por parte de diferentes ayuntamientos y de la Sociedad de Turismo. Como consecuencia de lo descrito hasta ahora, sobre este cauce ya se había intervenido aun sin contar con un proyecto que abarcara toda su cuenca. Esto se hizo necesario pues según este ingeniero la erosión afectaba a  nada menos que 13,43 Ha, principalmente en su tramo medio más estrecho. Por este motivo se construyeron dos diques diferentes en su cauce hacia 1925 y unos años más tarde fue necesario recrecerlos y consolidarlos pues presentaban deterioros importantes (5). Llama la atención que en ningún punto de este proyecto se vuelve a hacer referencia sobre el riesgo de derrumbe de algunas construcciones del pueblo original de Escuer. Cabe interpretar pues que los primeros trabajos realizados hacia 1920-25 debieron servir al menos para contener la situación. Es muy posible también que las casas que más riesgo de desmoronamiento corrían fueran las primeras que se echaran abajo para aprovechar su piedra en la construcción de esos dos primeros diques.

 Ubicación de Escuer Alto con respecto a las 
zonas erosionadas. Foto: Archivo Cartagra


Tras la construcción sobre su cauce del primer dique con su respectivo contradique, el cual se ubicó a la salida del tramo más angosto de este barranco, el problema de los desbordamientos y el consecuente corte de la carretera que subía a Biescas y Valle de Tena debió quedar corregido definitivamente. Además de este dique de cierre, la 6ª DHF construyó algún dique más de primer orden aunque no se ha podido concretar su ubicación en la documentación consultada. Debieron ser seguramente restricciones presupuestarias las que acabaron imposibilitado la construcción de todas las obras previstas. Al final el número de diques previstos se redujo al igual que los muros, gaviones y enfaginados que se redujeron significativamente.
 
 La labor emprendida por ese organismo fue continuada por el Patrimonio Forestal del Estado y posteriormente por el ICONA. Entre todos ellos construyeron hasta diez diques de diferentes dimensiones y en distintas ubicaciones gracias a los cuales este cauce en la actualidad está totalmente corregido. Alguno de esos diques está prácticamente colmatado por los áridos que ha ido reteniendo en sucesivas avenidas. Otros todavía tienen capacidad suficiente antes de ser rellenados.

Hoy en día, transcurridos más de setenta y cinco años desde que el antiguo pueblo de Escuer fuera abandonado, este asiste desde hace no mucho tiempo a un proceso de rejuvenecimiento pues en los últimos años se han rehabilitado varias construcciones antiguas a modo de segunda residencia. Si alguien se anima a visitar el emplazamiento de Escuer Alto que es como se le conoce en la actualidad, le recomiendo que preste especial atención a una cosa. Debe mirar con detenimiento sobre la orilla izquierda el gran corte que presenta la ladera compuesta de flysh, un material que se disgrega muy fácilmente por la acción del agua. Así pues, viendo in situ la ladera erosionada y la estrecha garganta, uno puede hacerse un poco mejor idea de lo que es capaz el agua y como esta ha ido horadando poco a poco en busca del cauce al cual tributa su caudal, el Río Gállego.

Aspecto de los últimos diques construídos en la cabecera con hormigón armado por el ICONA.     
               Foto: Archivo Cartagra



(1): Reseña de los trabajos realizados por la División Hidrológico-Forestal de la Cuenca Inferior del Ebro y Pirineos Orientales en 1902, 1903 y 1904; Javier de Ferrer Lloret y José Reig Paláu; Madrid, 1905.

(2): Me estoy refiriendo al que actualmente se conoce como Escuer Alto el cual fue abandonado.

(3): Revista Montes, nº 1.077; Madrid, 1922.

(4): Revista Montes, nº 1.088; Madrid 1923.

(5): Archivo del Servicio Provincial de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca

2 comentarios:

  1. Pues si. Así da gusto enterarse de las fantasmales construciones de aquí y allá. ( sabes algo del "parque de canfranc" viejo subiendo a lecherines?).

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  2. Hola:
    En primer lugar gracias por visitar y leer mi blog. A continuación lamento decirte que no sé muy bien a qué te refieres. A un parque de Canfranc construído en su día por los forestales? me puedes dar algún detalle más. Ahora mismo estoy en fase de recopilación de documentación sobre las obras en el Aragón y me falta todavía algo de material.
    Gracias
    Carlos

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