Cartel de la primera época de la CSHE con una clara inspiración forestal. Foto: Archivo Cartagra |
Como consecuencia
directa de la importancia con la que se dotó a este organismo desde su
creación, contó con un complejo organigrama dotado de numerosas secciones. Y es
aquí precisamente donde encontramos una que es básicamente la responsable del
presente post. Actualmente se sigue
denominando prácticamente igual que cuando fue creada la CSHE: Sección de Aplicaciones Forestales.
Compuesta principalmente por técnicos formados en materias forestales tales
como ingenieros de montes e ingenieros técnicos forestales. Estos contaron a su
vez con la inestimable ayuda de numeroso personal de campo quienes les
acompañaban siempre que salían al monte para redactar los proyectos que se les
encargaba. Estos técnicos fueron básicamente los responsables de redactar los
proyectos de corrección hidrológico-forestal que se aplicaron sobre numerosos
cauces dentro del ámbito de actuación de este organismo. El responsable máximo
de esta sección durante sus primeros años de existencia fue el ingeniero de
montes Joaquín Ximénez de Embún. Los cometidos iniciales de esta sección se
vieron reforzados bastantes años más tarde gracias a una Orden Ministerial de junio de
1973 la cual fijó las obligaciones de esta sección: Elaboración de estudios y
trabajos de repoblación forestal, corrección hidrológico-forestal de las
cuencas de los embalses y realización de los trabajos de campo necesarios para
las expropiaciones que fuera menester efectuar. Desde el punto de vista
estructural, esta sección ha contado desde entonces con las unidades de
corrección hidrológico-forestal, viveros y plantaciones.
La Sección de Expropiaciones de la CSHE se mostró muy activa durante los primeros años de existencia |
Y será precisamente a
partir de este punto donde, tras describir el escenario general, pasaré a
ocuparme de la relación concreta que históricamente ha tenido esta sección con
la provincia de Huesca. La Sección de Aplicaciones Forestales de la CHE ha
estado detrás de la construcción de prácticamente todos los embalses
construidos en nuestra provincia. En el momento de su creación, 1926, se estaba
recreciendo la presa de Arguis. En años sucesivos se construyeron los de Sta.
María de Belsué (1931), Barasona (1932), Mediano (1959), Yesa (1959) (1),
Canelles (1960), Santa Ana (1961), El Grado (1969), Vadiello (1971), Búbal
(1971) y Lanuza (1975). Cabe recordar que para esas fechas ya estaba en
funcionamiento el embalse de Sta. María de la Peña, cuyas obras se concluyeron
en 1913. Fue precisamente la circunstancia de que este embalse ya llevara más
de diez años construido lo que permitió comprobar el gran arrastre sólido que
llevaban sus aguas. Esas primeras evidencias ya mostraban como sobre el lecho
de este embalse comenzaban a verse las primeras acumulaciones de limos procedentes de las zonas erosionadas de su cabecera. De esta situación ya venía avisando desde hacía años y de forma reiterada el ilustre aragonés Joaquín Costa. Lo hizo a través de numerosas conferencias, así como artículos y libros. De alguno de ellos ya dí cuenta en este blog a principios del presente año (ver aquí).
Fue precisamente en los
diferentes montes ubicados a lo largo de la cuenca de recepción del Embalse de Sta. María de la Peña
donde tuvieron lugar las primeras actuaciones de la sección que nos ocupa. En
1929 la que entonces aún se conocía como Confederación Sindical Hidrográfica
del Ebro (CSHE), adquirió mediante la fórmula de expropiación la Pardina Ordolés
de Jaca; en 1929 también se adquirieron la Pardina Ordaniso y Blanzaco de Ena y
la Pardina Fatás de Ara; en 1930 la Pardina Sabinera de Triste y la Pardina
Lorés de Javierrelatre y en 1931 las Pardinas de Asqués y Bolás de
Acumuer. Todas estas pardinas se expropiaron al amparo del artículo 42
del Reglamento de la Ley de Expropiación Forzosa vigente en ese momento, aprobada por el Real Decreto
Ley de 23 de agosto de 1926. En años posteriores, todas estas pardinas fueron
objeto de amplias repoblaciones forestales con el fin de frenar los
importantes procesos erosivos detectados en numerosas laderas de todas ellas. Pero los planes inmediatos de este organismo pasaban por actuar en
otras cuencas de esta provincia. Así fue como una R. O. de 21 de mayo de 1928
aprobó proyectos forestales que afectaban a las cuencas del Barranco Gabarri y
Barranco Rigal en la cuenca del Embalse de Yesa; del Barranco Sarrón tributario
del Embalse de Barasona; del Barranco Real en el monte de Parzán, del Barranco
Foricón en montes de Plan y Gistaín; del Barranco Lasimierre en los montes de
Plan y San Juan de Plan o del Barranco Glerón en monte de Arruba (La
Guarguera).
Encabezado de un anuncio de expropiación publicado en el BOP de Huesca |
Además
de las primeras repoblaciones llevadas a cabo en los anteriores montes, la CHE
también ejecutó otras muchas más en otros montes de su propiedad durante los
años siguientes. Entre los montes procedentes de excedentes de las expropiaciones
realizadas en su momento, se repobló total o parcialmente, en los montes de La
Atalalla y Astón de Alcalá de Guerrea y Sotón-Santa Cilia, ambos en la cuenca
del embalse de La Sotonera; el monte de Regué de Baldellou y en la zona urbana
de Castillonroy, ambos en la cuenca del embalse de Santa Ana; en el monte de La
Codera de Alcalá de Gurrea, dentro de la cuenca del embalse de Ardisa; en el
monte de Gerbe y Griébal de Ainsa, incluidos en la cuenca del embalse de
Mediano; monte de Murillo de Tou, también dentro de la cuenca de Mediano; en
ambas orillas del embalse de Barasona incluidos en los ayuntamientos de La
Puebla de Castro y Gráus; en la cuenca
del embalse de El Grado en los montes de Mipanas, Clamosa, La Penilla,
Secastilla y Puy de Cinca o al pie del embalse de Vadiello. La superficie
afectada por las repoblaciones forestales en cada uno de ellos no se puede
precisar pues no se planto en todos los casos sobre la totalidad de la
superficie. También puso en práctica una fórmula la cual le permitió repoblar
en montes que no eran de su propiedad. Conocida con la denominación de
Consorcio, la CHE aplicó esta modalidad en las repoblaciones que efectuó en
monte de Coscojuela de Sobrarbe, Mediano o Arasanz.
Presupuesto destinado por la CSHE en 1928 a la adquisición de terrenos, instalación de viveros y repoblaciones forestales en difentes montes a su cargo, repartidos en varias cuencas oscenses. |
Aspecto que presenta una de las primeras repoblaciones forestales acomentidas por la CSHE en este caso en el monte de la Pardina de Asqués y Bolás, en la cabecera del Río Aurín |
Fuentes y bibliografía:
- Archivo Confederación Hidrográfica del Ebro, Zaragoza.
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