Páginas

martes, 20 de septiembre de 2016

Yosa de Garcipollera

          Fue el primer pueblo adquirido por el Patrimonio Forestal del Estado (PFE) en el Valle de La Garcipollera y su compra actuó en gran medida como catalizador para que el resto de núcleos de este valle al norte de Jaca siguieran sus mismos pasos. En el momento de realizar el segundo ofrecimiento de venta por parte de los vecinos, en 1952, ya había varias casas cerradas de la docena con las que llegó a contar este pueblo. Contaba con dos barrios bien marcados y en el primero se ubicaban Casa Barrio, Casa Coloráu, Casa Flaire, Casa Marco, Casa Marín, Casa Piquero y Casa Sastre. En el otro barrio se levantaban Casa Andalecio, Casa Bailador, Casa Chuanico, Casa Tejedor y Casa Venancio.

          Prácticamente todos sus habitantes presentaron un ofrecimiento de venta ante el PFE firmado un 18 de agosto de 1948. De mutuo acuerdo habían acordado solicitar a ese organismo forestal un precio de 1.500.000 Pts. Tras un informe previo y sencillo el PFE pudo confirmar su interés por esos terrenos que ocupaban unas 430 Ha aunque el precio le pareció elevado. Así se les comunicó a los propietarios quienes no presentaron oferta a la baja alguna. El tiempo pasó sin haber novedades y en mayo de 1952 los vecinos enviaron un escrito ofreciendo de nuevo sus terrenos aunque esta vez decidieron fijar el importe en 1.250.000 Pts. Por su parte el PFE elaboró su valoración exhaustiva y obtuvo un precio para este monte de tan sólo 532.879,66 Pts. El Director General del PFE dio instrucciones para que fuera precisamente ese el precio de adquisición a proponer a la parte vendedora.
Vista de Yosa de la Garcipollera y su entorno hacia 1960. Foto: Archivo Cartagra

          Como era de prever, en noviembre de 1952 el alcalde pedáneo de Yosa remitió una carta en la que manifestaba su rechazo total a vender por ese importe. En ese mismo escrito aprovechó para hacer una contraoferta que fijó el precio de venta en 1.000.000 Pts. Ese importe seguía lejos de las pretensiones del PFE. Este organismo estaba por esas fechas tramitando la declaración de todo el Valle de La Garcipollera como zona de Interés Forestal lo que acarrearía importantes implicaciones. Estas sin embargo no aceptaron a este expediente de compra pero sí a otros que afectaron a pueblos de este valle. Mientras ese trámite se concluía el tiempo pasaba y los vecinos se impacientaban. Tanto, que a finales de junio de 1953 presentaron una nueva oferta a la baja que fijaron en 650.000 Pts. Aquél importe fue del agrado del ingeniero Miguel Navarro Garnica, responsable de la Brigada Aragón del PFE con sede en Zaragoza. Sin embargo desde la dirección del organismo forestal en Madrid se mantuvieron en el precio resultante de la valoración.

          A la vista de la postura inamovible del PFE, con fecha 10 de octubre de 1953 los vecinos de Yosa presentaron por escrito la aceptación de vender su pueblo y su monte por las susodichas 532.879,66 Pts. Así pues, el siguiente paso ya se dio en presencia del notario de Jaca David Mainar Pérez. Un 21 de marzo de 1956 todas las partes se dieron cita en el despacho del mismo para proceder a la firma de la escritura de compra-venta de este monte. Debido a las deficiencias de inscripción registral detectadas en el Registro de la Propiedad de Jaca, en ese acto sólo se pagó a los propietarios un total de 18.903,32 Pts correspondientes a las únicas 4,7 Ha registradas. Tal cual marcaba la Ley Hipotecaria vigente en esos momentos, para cobrar el resto de dinero depositado en una cuenta del Ministerio de Hacienda, debían de transcurrir dos años. Durante ese periodo de tiempo y como era de prever, nadie distinto a los propietarios reclamó la propiedad de esa superficie no inscrita en el Registro de la Propiedad de Jaca. Así pues, el 30 de septiembre de 1958 se volvieron a juntar ante el mismo notario en la ciudad de Jaca. Ese día los propietarios se repartieron proporcionalmente a la superficie de la que eran propietarios, un total de 508.386,55 que correspondían a las 426,1 Ha que conformaron el denominado exceso de cabida. En este importe se incluyó un 4% correspondiente a cada uno de los dos años que se retrasó en el pago. 


Fuentes y bibliografía:

- Fondo Documental del Monte; Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, Madrid
- Archivo Servicio Provincial Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Huesca, Gobierno de   
  Aragón
- Mi agradecimiento explícito a Merche Pérez por las imágenes facilitadas de esta zona

2 comentarios:

  1. Excelente y muy bien documentado reportaje.
    Como siempre ya se sabe quien tenía las de ganar. Cantidad insuficiente y cobrada de manera tardía.

    Pd. En una entrada anterior al verano me preguntabas que de donde soy, creo recordar. No tuve ocasión de contestarte pero lo hago ahora.
    Soy de Madrid y soy el autor de este blog: http://lospueblosdeshabitados.blogspot.com.es/

    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  2. Hola Faustino
    Gracias por pasart por mi blog y por aclararme la duda. Soy algo despistado y tu nombre me sonaba y no acertaba a averiguar de qué. Ahora ya está pues de vez en cuando también visito tu blog. A seguir escribiendo y disfrutando y a plantar fuerte.
    Carlos

    ResponderEliminar