¿Alguien recuerda algo sobre este incidente en el Barranco de Arás? Foto: Colección Tomás Ayerbe |
Lo peor puede llegar cuando el
abuelo o la abuela que recordaban determinada historia se nos van y las
personas a quienes les habían contado la misma acaban olvidándola. Es a partir
de este momento cuando todos empezamos a tener un problema y es que nos
volvemos unos esmemoriáus. Debo reconocer que yo ya lo soy desde hace un tiempo
pues además de olvidar muchas cosas, mi memoria se ha vuelto muy selectiva y
sólo se acuerda de lo que le conviene. Es decir, esmemoriáu y además
fino. Que se lo digan a quienes habitualmente se mueven en mi entorno, seguro
que saben de qué hablo. Quizás sea esta circunstancia uno de los motivos por
los que haya decidido dar este título al Blog.
Pero la pérdida de memoria
implica algo más que cuestiones puramente personales. Va mucho más allá. Supone la
pérdida a medio y largo plazo de información que a su vez conforma parte de
nuestra historia inmediata, la cual corre el peligro si no de perderse, sí de
resultar desvirtuada, alterada o reinterpretada.
Desconozco qué contarían los
testigos del embarrancamiento del autobús de La Tensina en el Barranco de Arás
con motivo del desbordamiento de su cauce. Tampoco sé si con aquella palanca
conseguirían levantar el autobús, calzar la rueda y sacarlo del lecho del Arás. O si montaron en la blanca yegua a alguna dama que iba en el autobús para evitar que se mojara.
Nada de cuanto sucedió alrededor de aquél hecho nos ha llegado hasta nuestros
días. Al tratarse de una foto, siempre más ilustrativa que un escrito o
un testimonio verbal, resulta más fácil dar rienda suelta a la imaginación para que
cada uno saque sus propias conclusiones.
Hablando de conclusiones y para
no aburrir a quien lea esta entrada, decir que el objetivo de este Blog
no es otro que compartir buena parte de la información que he ido recopilando
en los últimos años y evitar así, en la medida de lo posible, su pérdida. Datos que hasta la fecha siguen sin ver la luz, no porque
yo no haya querido, sino porque no he sido capaz de sacar adelante ni un solo libro en
el que plasmar los mismos. La dichosa crisis nos está arrebatando muchos
derechos, entre ellos también el acceso a la cultura sin más aspiraciones que la de
contar, que no cobrar, la de recordar e informar.
Pretendo hablar de personas que nacieron en cualquier punto de la geografía oscense y terminaron emigrando a lugares dispares; de pastores pirenaicos que marcharon al lejano Oeste americano; de algunas trayectorias personales y vitales de esos pastores; del Patrimonio Forestal del Estado; de las obras forestales que realizó en esta provincia; de algunas de sus consecuencias... En
definitiva, historias que antes de que se me olviden y se pierdan para siempre, me apetece
compartirlas con quienes se animen a seguir este recién estrenado Blog.
Ah¡¡¡ que se me olvidaba, la foto fue realizada en junio de 1929 por Pedro Ayerbe, un ingeniero de montes que dirigió los trabajos de corrección hidrológico forestal en la cuenca del río Gállego.
Mi madre que era de Orós Alto y ya murió hablaba de un incidente con un autobús en el Barranco de Arás pero debió ser otro mucho más grave, quizás con pérdida de vidas humanas, porque cuando ocurrió la catástrofe de Biescas, mencionaba al barranco como maldito y animal.
ResponderEliminarHola Candela:
ResponderEliminarEn primer lugar gracias por visitar mi blog. Lo cierto es que el Bco. Arás siempre ha dado que hablar debido en gran parte a su carácter torrencial. Lo sucedido en el Cámping Las Nieves fue verdaderamente excepcional por sus dimensiones y sus consecuencias.
Carlos
PD: disculpa por no haberte respondido antes.