Pero a pesar de todos los
trabajos y esfuerzos realizados a lo largo del cauce del Bco. Arás, el que
tiene los honores de haber sido el primer cauce sobre el que se realizaron trabajos de corrección, fue otro. En la ribera del
río Gállego fue el cauce del Barranco de Arratiecho donde el personal de la 6ª División Hidrológico-Forestal actuó por primera vez. Al igual que los trabajos referidos en la anterior entrada realizados sobre la cuenca del Bco. Arás, estos también fueron proyectados y dirigidos por el ingeniero de montes aragonés Pedro Ayerbe. Como veremos a lo largo de posteriores entradas, la capacidad de interpretación del terreno de este hombre y sus avanzados conocimientos de las técnicas forestales, hicieron posible que los proyectos por él diseñados, además de conseguir llevarlos a la práctica, se han mostrado muy eficientes a lo largo de los años.
Los trabajos en este cauce comenzaron en 1904 con un presupuesto previsto de 31.149,42 Pts aunque a última hora esa cantidad se vió reducida hasta 29.516,40 Pts. Con esa cantidad se acometió la construcción de diferentes diques así como la repoblación de una superficie indeterminada. Para facilitar los trabajos de encauzamiento y canalización su cauce fue dividido en tres tramos diferentes. Como dato curioso y para que nos hagamos una idea, el coste de uno de los diques construídos con un volúmen de 112 metros cúbicos fué de 2.339,23 Pts, es decir, a 20,89 Pts el metro (1).
Desbordamiento del Bco. Arratiecho hacia 1905 como consecuencia de una crecida afectando a campos. Foto: Colección Tomás Ayerbe |
Caseta de herramientas en el vivero de Arratiecho hacia 1910. Foto: Colección T. Ayerbe |
Pero como sucede en cualquier
inicio, la ausencia de una infraestructura mínima para ejecutar aquellos
trabajos supuso una dificultad añadida para conseguir los objetivos propuestos.
Lo primero que se debió acometer fue la construcción de un vivero forestal en el
que poder obtener todas las plantas que se iban a necesitar no sólo en la
restauración de este cauce, sino también en la de los próximos cauces del Bco.
Arás, Bco. Escuer o Bco. Arguisal. Aquél vivero forestal acabó instalándose
en el propio cono de deyección del Bco. Arratiecho, decisión que fue muy
criticada por algunos de sus colegas. De esta manera el ingeniero responsable de aquellos
trabajos, P. Ayerbe, pretendió llevar a la practica la máxima forestal de
que la mejor forma obtener plantas bien adaptadas no era otra que sembrarlas en
el mismo sitio donde habían de ser plantadas. La puesta en marcha de todos aquellos trabajos implicó una serie de gastos que no repercutieron directamente en el avance de los mismos. Durante 1904 se gastaron 205 Pts en diferentes conceptos como transporte de materiales, compra de alambre espinoso para el cerramiento del vivero, estudios y levantamientos de mapas, inspección y dirección de las obras, vigilancia, construcción de dos garitas de refugio, adquisición y reparación de herramientas, abonos para el vivero, etc (2).
Además, por si fuera poco, ese mismo año ya resultó necesario reparar unas escolleras y unos empedrados como concecuancia de una fuerte crecida experimentada por este cauce el 12 de septiembre. La Revista Montes de octubre de ese mismo año se hizo eco también de aquella riada en los siguientes términos: "La crecida que se produjo fue muy superior a cuantas se recuerdan en la localidad, y los operarios que trabajaban en la corrección del torrente huyeron en busca de refugio, creyendo que la impetuosidad de la avenida arrasaría las obras que habían levantado. Apenas pasó la tempestad, vieron con sorpresa que no había sido así, sino por el contrario, aquellas obras, fraccionando la fuerza de la avenida y deteniendo sus materiales de acarreo, habían triunfado, en todas las líneas, del combate sostenido contra la violencia de los elementos".
Además, por si fuera poco, ese mismo año ya resultó necesario reparar unas escolleras y unos empedrados como concecuancia de una fuerte crecida experimentada por este cauce el 12 de septiembre. La Revista Montes de octubre de ese mismo año se hizo eco también de aquella riada en los siguientes términos: "La crecida que se produjo fue muy superior a cuantas se recuerdan en la localidad, y los operarios que trabajaban en la corrección del torrente huyeron en busca de refugio, creyendo que la impetuosidad de la avenida arrasaría las obras que habían levantado. Apenas pasó la tempestad, vieron con sorpresa que no había sido así, sino por el contrario, aquellas obras, fraccionando la fuerza de la avenida y deteniendo sus materiales de acarreo, habían triunfado, en todas las líneas, del combate sostenido contra la violencia de los elementos".
Casi de forma simultánea aquel
hombre también decidió que para garantizar la realización de un trabajo en
condiciones había que contar con una base próxima desde la que poder hacer un
seguimiento exhaustivo del desarrollo de los trabajos. Aquello pasaba por
disponer de unas dependencias en las que poderse alojar tanto él en calidad de
responsable de los mismos, como otro personal adscrito a la 6ª DHF como era el
caso de los guardas forestales. Así fue como hacia 1905 este ingeniero adquirió
varios campos separados del centro de Biescas donde decidió construir una casa
forestal y otra serie de dependencias auxiliares, imprescindibles para llevar a cabo con
garantías la labor que se le había encomendado.
Impresionante aspecto de la casa forestal original de Biescas hacia 1910, al poco de ser construída. Foto: Colección Tomás Ayerbe |
La casa forestal de Biescas en la actualidad, abandonada, decrépita y con su cubierta a punto de hundirse. Foto: Archivo Cartagra |
Cono de deyección canalizado hacia 1912. Foto: Colección Tomás Ayerbe |
El mismo tramo en la actualidad.
Foto Archivo Cartagra
|
Numerosos obreros abancalando manualmente la ladera izquierda del Bco. Arratiecho. Foto: Colección Tomás Ayerbe. |
Pino piñonero (Pinus pinea) de la repoblación origninal
realizada por la 6ª DHF en la actualidad. Foto Cartagra
|
Hasta 1907 se habían sembrado
unas 300 Ha de pino silvestre y roble. Dentro del mismo cono de deyección se
sembraron otras 3 Ha de pino piñonero y castaño, así como 9.000 abedules, 3.000
olmos, 2.900 plantones de chopo, sauces y otras frondosas. Se abrió una
importante red de caminos en cuyos taludes se sembraron pinos, robles, olmos y
especies pratenses. Se llegaron a construir cuatro grandes diques que en
conjunto cubicaron 1.079 m³ de mampostería y otro par de diques rústicos
intermedios. En poco más de un kilómetro de cauce se construyeron hasta 75
diques de entre un metro y cinco metros de altura y con un espesor medio de
1,80 m. Se abrieron dos caminos principales. Uno que accedía hasta la parte
intermedia de su cuenca tenía 2.760 m de longitud y otro más ancho para el
servicio de obras de 1.480 m. Sobre la parte final de su trazado, coincidiendo
con su cono de deyección, se construyeron sendos paseos paralelos a cada una de
sus orillas, de 379 m de longitud. En la parte final del cono de deyección
también se construyó una plazoleta circular donde habrían de quedar depositados por decantación
los arrastres de sus aguas. Hay que recordar aquí una vez más que
todas estas obras se realizaron a base de un gran número de trabajadores
armados simplemente que con un pico y una pala. Bien. Con esas sencillas herramientas
y tras infinidad de largas y sacrificadas jornadas de trabajo, se consiguió
remodelar unas laderas que cualquier otro hubiera descartado su restauración
por considerarla imposible (2).
Estado de la cabecera del Bco. Arratiecho hacia 1902-04, antes de iniciarse los trabajos. Obsérvese el grado extremo de erosión de buena parte de su cuenca receptora. Foto: Colección Tomás Ayerbe |
Aspecto de la cabecera del Arratiecho totalmente corregida y restaurada hacia 1915 aproximadamente. Foto: Colección Tomás Ayerbe |
La importancia que Pedro Ayerbe dio a
la vigilancia de los trabajos y las repoblaciones realizadas en este cauce
fueron el principal motivo para que decidiera construir una nueva casa forestal
bien próxima al lugar de dichos trabajos. Así fue como se construyó una nueva
casa forestal en la partida de Las Carruscas, totalmente destruida en la
actualidad. Para llegar hasta ese punto fue necesario abrir un camino forestal
de unos 3 m de anchura y casi 2 km de longitud que comunicaba directamente con
el cauce del Arratiecho.
Se levantaron cientos de metros de paredes de piedra siguiendo las curvas de nivel. Colección Tomás Ayerbe. |
En la actualidad el cauce del
Arratiecho constituye un estupendo punto de ocio para los habitantes y
visitantes de Biescas. La mayoría de los caminos abiertos a principios del siglo XX se
conservan en la actualidad y son recorridos por practicantes de senderismo o mountain
bike continuamente. Medio ocultos entre la vegetación permanecen infinidad de
metros lineales de pared que ha cumplido y sigue cumpliendo con su principal
cometido: sustentar la ladera y favorecer así el crecimiento de la vegetación.
Los diques del cauce también resulta complicado verlos pues aparecen prácticamente
ocultos por pinos, salceras, barzas y artos. Este escenario es el marco ideal
para, con unos trabajos previos de desbroce y limpieza de las obras más
representativas, conseguir un sendero interpretativo autoguiado gracias al cual
dar a conocer tanto los trabajos realizados como algunas de las técnicas empleadas en la
restauración hidrológico-forestal sobre cauces torrenciales.
El antiguo cono de deyección del Arratiecho en la actualidad esta ocupado por un frondoso bosque en el que predomina el pino silvestre. Son buenos ejemplares, altos, rectos, los cuales han cumplido y siguen haciéndolo, con la función que se les encomendó en su día: asegurar un suelo inestable frente a las periódicas avenidas de agua. En la actualidad, sobre una porción de este bosque se ha instalado un parque de aventuras donde quien así lo desee puede desplazarte de un árbol a otro mediante tirolinas y otra serie de pasos aereos. Si Pedro Ayerbe levantara la cabeza quedaría más que sorprendido pues sin salir del lugar al que dedicó tantos desvelos ahora podría, además de darse un paseo aéreo como si de un esquirgüelo se tratara, tomarse una estupenda tapa de pulpo para reponer fuerzas en la terraza-bar que toma el nombre de este barranco.
Sistema de vagonetas y raíles denominado "Decauville" instalado en las obras del Bco. Arratiecho para optimizar el movimiento de piedras y tierra. Foto: Colección Tomás Ayerbe |
Bibliografía y fuentes:
(1): Reseña de los trabajos realizados por la División Hidrológico-Forestal de la Cuenca Inferior del Ebro y Pirineos Orientales; Javier Ferrer Lloret y José Reig Paláu; Madrid, 1905.
(2): Dosier que elaboré con motivo de las Jornadas Histórico-Forestales de Biescas, celebradas en mayo de 2002 y organizadas por Profor España.
Buena entrada. Felicidades Carlos por el blog. A partir de ahora esperaré con interés cada una de las entradas.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegra saber que te ha gustado. Lo malo es que hay muy pocas fotos antiguas de las que hechar mano. Intentaré esmerarme en próximas entradas.
ResponderEliminarSaludos Damián
Impresionante
ResponderEliminarMuchas graciaz zagal, me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarSaludosossss
Carlos
¡Muy buen trabajo, Carlos!. Me ha gustado mucho, impresionante el trabajo realizado en aquellas fechas y la labor de búsqueda acometida por V.I.
ResponderEliminar¡Chapeau!
Pedro J.
Hombre Pedro, tú por aquí. Esto del Blog va a acabar resultando gratificante pues me reencuentro con gente como tú a quien tenía medio abandonado que no olvidado. Me alegro mucho que te guste el contenido y espero conseguirlo con las nuevas entradas. Como bien apuntas, la tarea de búsqueda que hay detrás de este sencillo texto es tambien de chapeau. Pero bueno, son ya muchos años revolviendo papeles y algo va saliendo.
EliminarSaludososss
Carlos
Esto eran verdaderos Planes de interés general y no los PlanE, el Impulso y otros mareaborregos.
ResponderEliminarHola Tomás, tienes toda la razón del mundo. Ahora mismo, llamen al plan como quieran llamarlo, serían incapaces de hacer ni la mitad de lo que aquellos hombres realizaron a base de pico, pala y mucho sacrificios.
ResponderEliminarSaludosossss
Carlos
El resultado de un trabajo de investigación largo y minucioso. Documentos imprescindibles para entender estas montañas y estos paisajes. Felicidades!
ResponderEliminarBartolo.
Hola:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y por leerme.
Carlos
Hola Carlos,
ResponderEliminarEnhorabuena por el post,
¿Has encontrado el proyecto original?
Un saludo