Como
suele suceder en la orografía altoaragonesa, rara es la población perinenca que
no cuente junto a su núcleo principal con un puente. Si se trata, como es el
caso que ahora nos ocupa, de un pueblo que ha ejercido desde tiempos
inmemoriales la capitalidad de la comarca de Sobrarbe, el puente se torna entonces
indispensable. Sobre todo si tenemos en cuenta que en el entorno de Ainsa confluyen dos de los principales ríos
perinencos, el Ara y el Cinca. Y además de juntarse aquí las aguas de ambos,
también lo han hecho tradicionalmente los flujos migratorios de personas llegadas desde las cabeceras de ambos
valles fluviales. Su ubicación estratégica también permitió que Ainsa fuera el punto de
partida para numerosas personas que emigraron mucho más lejos. Pero también
favoreció la llegada de otras nuevas y la de mercancías desde procedencias muy dispares.
Estas circunstancias seguramente se vieron potenciadas a partir de 1880 fecha
en la cual quedaron conectadas por carretera las poblaciones de Barbastro y
Ainsa a través del Puerto del Pino (1).
Vista general de la confluencia de los ríos Ara y Cinca a la altura de Ainsa según una fotografía de Julio Soler Santaló tomada hacia 1920. Foto: Centre Excursionista de Catalunya |
En la foto antigua que
hoy nos ocupa, tomada por el fotógrafo catalán Julio Soler Santaló hacia 1920,
destaca el puente de cuatro ojos de bella factura que permite conectar ambas
orillas del río Ara. En su extremo norte apreciamos el inicio de una
bifurcación de carreteras. Al oeste la que se adentraba siguiendo el curso del
anterior río hacia Boltaña y Broto. Junto al mismo se aprecia una pequeña
construcción encalada que fue la casilla de los peones camineros encargados del
mantenimiento de su firme. En la otra dirección, al este, una nueva carretera que se internaba en busca de las
entrañas del Pirineo siguiendo el discurrir del río Cinca. Pero si prestamos
atención, a la derecha de este puente aún se observan las ruinas de otro más
viejo y semiderruido sobre el lecho del Ara. Se trataba de un puente de paso muy estrecho hábil
solamente para personas y caballerías. Según mi informante ni tan siquiera
podían circular por él los carros. De este puente en la actualidad no queda ni
rastro pues las fuertes crecidas del río Ara conseguirían derruirlo poco a
poco. Aunque según me cuenta Ramón, debieron tener mucho más que ver en su desaparición los propios vecinos de l'Ainsa. Así fue como la mayoría de esas piedras
acabaron siendo reutilizadas en la construcción de algunas casas que terminaron
conformando el nuevo núcleo urbano que se fraguó en el extremo norte del
puente.
Otra circunstancia habitual en el entorno de un puente y al inicio de un valle es la presencia
de una posada u hostal donde pudieran hacer un alto en el camino los viajeros
para descansar y reponer fuerzas. En el extremo inferior izquierdo se aprecia
una construcción de tejado alargado parcialmente cubierto con teja árabe. Se trata del antiguo Mesón
de l'Ainsa el cual sigue funcionando como tal en la actualidad tras más de 120
años de historia. Ahora lo hace en un edificio ampliado y muy bien equipado,
dando esmerado servicio tanto a autóctonos como a visitantes. Quien quiera saber algo más sobre este establecimiento puede hacerlo pinchando aqui. En
el extremo norte del puente comienza la ladera de La Costera que nos deposita
en lo alto de la misma donde se asienta el núcleo medieval de Ainsa así como los restos de su viejo castillo, declarados hacia 1970 como Conjunto Histórico Artístico.
Lo cierto es que en este punto la foto permite distinguir poco. Tan sólo
destacan de ese núcleo urbano la torre de la iglesia de Santa María, el castillo y la fachada blanca de Casa Duaso que antaño también se conoció
como Casa Matías. Al fondo de la foto
de J. Soler observamos la silueta de diferentes montes recortadas sobre el cielo. Entre ellas destacan las de la
Sierra San Vicente, las Tres Sorores o Treserols o las laderas de la montaña de
Tella culminadas por la Punta Montinier, también llamada de Mediodía.
La foto actual por su
parte muestra a la primera la gran evolución y expansión que ha sufrido l'Ainsa
durante el último siglo. El núcleo moderno aparece levantado a ambos lados de un puente
adaptado a las nuevas necesidades del tránsito tanto de personas como de
mercancías. Ahora es un puente mucho más ancho donde además de dos carriles
para vehículos, los peatones también tienen su acera bien acondicionada. Debo
recordar aquí que este puente también sufrió los embates de la guerra civil
española pues fue volado por las tropas republicanas durante su retirada hacia la
Bolsa de Bielsa. A raíz de esa situación los pontoneros militares debieron
construir una pasarela provisional que permitió incluso el paso hasta de camiones. Esa
pasarela funcionó hasta que se consiguió restaurar el puente de piedra.
De
la foto actual, realizada a media ladera del Tozal de Matías, destaca
sobremanera el gran número de edificios construidos, sobre todo en el lado
norte del puente. Allí, los escasos huertos que antaño se cultivaban a orillas
del río Ara hace años que dejaron paso a construcciones de todo tipo de entre
las cuales es difícil distinguir ninguna dada su aglomeración. En cambio, de
las construidas en el estribo sur del puente y dado el primer plano que ocupan,
sí que pueden distinguirse varias de ellas. El segundo tejado de la esquina inferior
izquierda forma parte de un Mesón de l'Ainsa totalmente ampliado y remozado.
Hasta contemplamos en él la existencia de una antena parabólica de
televisión... quien se lo iba a decir al bisabuelo de Ramón Ceresuela (2)
cuando abrió ese negocio como parador de carruajes y posada para viajeros. Las
tres casas adosadas y de volumetría ascendente resultan ser Casa Capdevila, Casa Matías y Casa Berdún.
La proliferación de edificios de hasta cinco alturas impide ahora por completo
la vista del lecho del río Cinca. La glera del río Ara por su parte queda
parcialmente cubierta por la vegetación conformada por sauces y chopos crecidos
de forma espontánea sobre la misma.
En la actualidad, Ainsa se ha convertido en una población muy activa que se ha centrado en el sector servicios proncipalmente. El turismo es desde hace ya muchos años su principal fuente de recursos pues no muy lejos de aquí existen infinidad de argumentos arquitectónicos y paisajísticos que visitar. A pesar de lo dicho, a Ainsa también acude una numerosa población dedicada a la agricultura y ganadería principalmente, que viven repartidos entre los numerosos pueblos pequeños diseminados en su entorno. Lo cierto es que cuando se visita la comarca de Sobrarbe, Ainsa siempre resulta ser una parada obligatoria.
En este post he decidido introducir una pequeña novedad con respecto a los publicados hasta ahora dentro de esta sección. A partir de ahora, siempre que disponga de material, añadiré otras imágenes de encuadre similar a la fotografía antigua que da origen al post. Así es como a continuación mostraré varias imágenes más de l'Ainsa tomadas en periodos diferentes. La calidad de las mismas no siempre será la optima aunque se dará preferencia al valor documental de la imagen. Aprovecho también para decir que no siempre será posible disponer de tantas fotografías similares de un mismo sitio ya que el caso de Ainsa entra más bien dentro de lo excepcional.
En la actualidad, Ainsa se ha convertido en una población muy activa que se ha centrado en el sector servicios proncipalmente. El turismo es desde hace ya muchos años su principal fuente de recursos pues no muy lejos de aquí existen infinidad de argumentos arquitectónicos y paisajísticos que visitar. A pesar de lo dicho, a Ainsa también acude una numerosa población dedicada a la agricultura y ganadería principalmente, que viven repartidos entre los numerosos pueblos pequeños diseminados en su entorno. Lo cierto es que cuando se visita la comarca de Sobrarbe, Ainsa siempre resulta ser una parada obligatoria.
En este post he decidido introducir una pequeña novedad con respecto a los publicados hasta ahora dentro de esta sección. A partir de ahora, siempre que disponga de material, añadiré otras imágenes de encuadre similar a la fotografía antigua que da origen al post. Así es como a continuación mostraré varias imágenes más de l'Ainsa tomadas en periodos diferentes. La calidad de las mismas no siempre será la optima aunque se dará preferencia al valor documental de la imagen. Aprovecho también para decir que no siempre será posible disponer de tantas fotografías similares de un mismo sitio ya que el caso de Ainsa entra más bien dentro de lo excepcional.
Vista de Ainsa hacia los años 20 del siglo pasado. Foto:¿Editorial Arribas? |
Aspecto de Ainsa hacia 1930. Foto: Zerkowitz
|
Vista de Ainsa hacia los años cincuenta del siglo pasado. Foto: Ediciones Arribas |
Vista de Ainsa hacia 1964. Foto: autor desconocido |
Fuentes y Documentación
(1): Así lo
debieron recoger las actas plenarias del Ayuntamiento de Barbastro con motivo
de la inauguración de tal carretera, según me contó mi informante Ramón
Ceresuela de l'Ainsa.
(2): Ramón
Ceresuela ha sido la cuarta generación al frente de este negocio. Desde hace
poco ha cedido el testigo a su hijo, llamado también Ramón, quien se conformará
en la quinta generación de esta misma familia al frente del Mesón de l'Ainsa.
Enhorabuena por la documentación, tanto escrita como gráfica y por un blog tan interesante. Seguiremos por aquçi, atentos a las nuevas publicaciones. Saludos desde Jaca.
ResponderEliminarHola Jacetanos:
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar el blog y por agregaros al mismo. Para mi es un placer contar con el Ateneo Jaqués entre mis seguidores. Espero no defraudaros.
Carlos