Se trata del último afluente sobre la orilla izquierda
del Río Gállego que aquí abordaremos. El primer "reconocimiento forestal" de la cuenca del Barranco de Oliván
fue efectuado en mayo de 1927 por un ingeniero de montes, el Sr. Carrera. Este
hombre realizó en esas fechas el estudio general de la Sección 2ª de la cuenca
del Río Gállego. Aquella Sección 2ª la dividió en tres perímetros quedando toda
la cuenca del Barranco Oliván comprendida dentro del Perímetro III. Las propuestas
de trabajos a realizar en esa Sección 2ª contemplados por el ingeniero Carrera
no fueron tenidas en consideración por los responsables de la Dirección General
de Montes y fueron archivadas. No se han podido saber las razones pero es muy
posible que se priorizaran las actuaciones en otros cauces donde las mismas
debían ser más urgentes.
Pero aquella situación fue temporal pues nueve años más
tarde la situación cambió. El motivo de que aquél cambio hay que buscarlo en el
escrito que recibió el Ministerio de Fomento en Madrid. El mismo lo
suscribieron los Alcaldes-Presidentes de los Ayuntamientos de Barbenuta,
Bergua-Basarán y Cortillas. Aquellos hombres pidieron "...la urgente ejecución de los trabajos
necesarios para consolidad los edificios del poblado de Berbusa y para
restablecer el tránsito por el camino que enlaza a dichos pueblos entre sí y a
todos con Biescas". A raíz de dicha petición los responsables de la 6ª
División Hidrológico Forestal (6ª DHF) encargaron al ingeniero de montes, el
Sr. Brun, el estudio y confección del proyecto de trabajos necesarios para
evitar el derrumbamiento de algunas casas de Berbusa. Los propios responsables
de la 6ª DHF, una vez supervisado el anterior informe, concluyeron con una
afirmación categórica al señalar que "...serían
de nulo o escaso valor si no se consideraban como parte integrante del sistema
total de corrección de la cuenca del Torrente Oliván, que es unidad
hidrográfica indivisible, y que por consiguiente ha de serlo también en cuanto
a su estudio y corrección".
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Aspecto del tramo final del Barranco Oliván desde Soprevilla desde
donde se aprecia el Puente del Patrimonio. Foto: Archivo Cartagra |
A pesar de lo dicho, el informe confeccionado por el Sr.
Brun fue remitido a la Sección 3ª del Consejo Forestal para que este emitiera
su opinión. Dicho consejo echó por tierra las esperanzas que se habían
depositado en ese informe al recoger que "...no halla en él base suficiente para proponer la concesión de créditos y
ejecución consiguiente inmediata, siendo necesario que, como servicio
preferente, se estudie en detalle las obras que exijan la consolidación de los
terrenos en que se asientan el camino interrumpido y el caserío de Berbusa
amenazado de ruina y con cuyo detalle, sea redactado el proyecto respectivo que
se elevará a la Superioridad dentro del plazo más breve...". Aquél
informe contó con el beneplácito del Director General de Montes con fecha 14 de
mayo de 1936.
Así pues, el siguiente paso que se dio fue la redacción
del proyecto con el fin de corregir las graves erosiones existentes en el Barranco
del Lugar. Así era como se llamaba a este afluente del Barranco Oliván el cual partía
el pueblo de Berbusa en dos barrios. Según aquél documento, la obras necesarias
suponían un montante de 40.448,46 Pts y fue remitido para su aprobación por parte
de la Dirección General de Montes un 12 de junio de 1936. El estallido de la
Guerra Civil impidió su aprobación y este proyecto quedaría paralizado de forma
indefinida. El mismo fue retomado años más tarde pues se ha podido verificar
que las obras a ejecutar sobre este cauce quedaron aprobadas con fecha 7 de
febrero de 1951. Sabemos que el presupuesto total de las mismas ascendió a 175.874,77
de las que 95.992,48 Pts se dedicaron a los jornales de los obreros, 19.800 Pts
a los jornales de las caballerías que serían necesarias y otras 44.521,47 a
materiales. A pesar de lo dicho tales obras nunca llegaron a ejecutarse. Paradójicamente,
sí que se han localizado hasta tres documentos diferentes fechados en 1951 por
los que el Director General de Montes autorizó el libramiento de tres
cantidades diferentes hasta alcanzar el montante antes señalado. Sin embargo no
se ha podido aclarar el motivo por el que las obras finalmente no se llegaron a
ejecutar o dónde se invirtió el dinero aprobado y librado para tal fin. Las
obras previstas en ese barranco consistían en la construcción de diferentes muros
de mampostería hidráulica: Uno de 40 m de largo y 6 m de alto; otro de 30 m de largo y 2,5 m de altura; cuatro muros
de consolidación de laderas de 10 m de longitud
y 4 m de altura y por último la repoblación con especies arbustivas de
una hectárea.
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Aspecto
que presentaban las laderas que daban al Barranco del Lugar y la
peligrosa ubicación de algunas casas de Berbusa. También se aprecian las
paredes transversales de piedra construídas por los vecinos para
sujetar y
estabilizar la ladera. Foto: Archivo Cartagra |
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Además,
en julio de 1948 los responsables del Patrimonio Forestal del Estado (PFE) ya
habían decidido retomar el proyecto global para toda la cuenca del Barranco
Oliván. La intención de los mismos pasaba por redactar un nuevo proyecto que
contemplara tanto las obras de corrección como las de repoblación forestal que
fueran necesarias ejecutar a lo largo y ancho de esta cuenca. Para la
elaboración de ese proyecto se contó con la ayuda de un alumno de la Escuela
Especial de Ingenieros de Montes venido desde Madrid llamado Jaime Vigón
Sánchez. Él se encargaría de la redacción de dicho trabajo en calidad de
proyecto de final de carrera. (1)
El Plan General de Corrección incluido en este proyecto
adelantó de forma inequívoca por donde habrían de ir las líneas de trabajo del
PFE en los años siguientes: "Para
lograr el fin que perseguimos, el único medio verdaderamente eficaz y duradero,
ya que los demás son tan solo un complemento, es la creación de masas de monte
alto en espesura normal...". Además de las obras de hidrología
propiamente dichas como eran los diques, las repoblaciones forestales pasarían
a convertirse en muy poco tiempo en el otro gran eje de actuación por parte del
PFE. La superficie a repoblar dentro de la cuenca del Barranco Oliván fue de
1.095 Ha de las que 208 Ha se repoblarían mediante siembra de bellotas de Quercus sessiliflora y otras 709 Ha con
plantas de pino silvestre. Estas se plantarían de tres en tres en cada hoyo y estos
se distribuirían en tresbolillo hasta alcanzar una densidad de 2.500 hoyos/Ha.
También se contempló la plantación con diferentes especies de frondosas en
otras 178 Ha. De la superficie total a repoblar resultaba que había 181,2 Ha
que eran de propiedad particular. Este proyecto contempla abierta y claramente
como forma para conseguir repoblar esa superficie, adquirirlas mediante el
procedimiento de expropiación. De esta forma queda también recogido en este
proyecto otra de las principales herramientas de las que echaría mano el PFE
para conseguir sus objetivos. No obstante hay que recordar aquí que esa forma
de adquirir terrenos sobre los que plantar ya había sido contemplada
previamente en la propia ley de creación del PFE. Las consecuencias originadas
por esta combinación de herramientas, repoblaciones forestales y
expropiaciones, serán abordadas en futuros posts.
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Ubicación en plano del dique sobre el Bco. Pasata. Archivo Cartagra
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Pero el proyecto de este alumno incluye también algunos
datos que resultan curiosos. Inicialmente contempló la repoblación de nada menos
que 461 Ha con alerce, la mitad ubicadas sobre solano y la otra mitad en paco.
Tras la supervisión del mismo, el empleo de plantas de alerce fue sustituido
por el uso más lógico y apropiado para esta zona como era el pino silvestre.
Dentro de los trabajos de fijación contempló el uso de palizadas y enfaginados,
técnicas estas que ya habían sido empleadas en otros cauces como el Barranco
Arás o el de Arratiecho. Propuso que para los piquetes de las palizadas se
empleara madera de boj "...con
objeto de darles mayor resistencia...". Los piquetes sería
entrelazados con sargas y dada la abundancia de una especie y otra "...los materiales para su construcción se
tomarán directamente sobre el terreno, con lo que conseguiremos reducir su
coste a un mínimo".
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Vista del dique superior del Barranco Oliván y caseta para guardar
material y herramienta, hacia 1970. Foto: Archivo Cartagra
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Además de las repoblaciones forestales, este proyecto
contempló la construcción de hasta nueve diques diferentes que en su conjunto
suponían casi 15.000 m³ de mampostería hidráulica. Dada la longitud de este
cauce se contempló también la necesidad de construir hasta 8 km de caminos para
facilitar el acceso de diferentes materiales hasta la ubicación de cada uno de
los diques previstos. Al mismo tiempo observó trabajos de mejora sobre caminos
ya existentes en otros 13 km más. Todos ellos deberían tener una anchura de un
metro y permitir que por los mismos circularan caballerías con carga sin ningún
problema. Debido a la "...reducida
capacidad para alojar obreros de los pueblos existentes en ella, y a la
distancia a que éstos se encuentran del curso del torrente y en general de
todos los puntos en los que han de llevarse a cabo..." este proyecto
contempló también la construcción de albergues para los obreros así como
almacenes para depósito de herramientas y materiales. Según dicho documento se
planteó la construcción de hasta cinco albergues diferentes y "...dado que han de cumplir una misión
puramente transitoria, se construirán de madera, recubierta en sus paredes
laterales con adobes y en su cubierta con cartón embreado y estarán provistos
de una puerta y dos ventanas". Era junto a estos albergues donde se
tenía prevista la construcción de los almacenes referidos. La práctica nos dice
que finalmente la mayoría de los obreros que trabajaron en esas repoblaciones acabaron
alojándose de forma precaria en casas abandonadas de Berbusa y Basarán
principalmente. Otros también se alojaron durante algunas campañas en los yerberos
de varias casas de Oliván (2).
Lamentablemente, el proyecto hasta ahora seguido está
incompleto por lo que no se ha podido consultar ninguno de sus planos. Esto
impide saber con certeza gran cantidad de información como es la ubicación
exacta de los nueve diques previstos o la de los albergues para los obreros.
Tampoco se puede precisar cuáles eran las zonas donde se preveían realizar las
principales repoblaciones forestales.
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Carátula del proyecto original del dique
en Bco. Pasata. Foto: Archivo Cartagra
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Sin embargo sí que se ha podido localizar un proyecto
posterior, de abril de 1966, en el que se contempla la construcción de un dique
sobre un afluente del Barranco Oliván. Fue redactado por el ingeniero Carlos
Revuelta y afectó al Barranco Forcos dentro del término de Oliván. Hay que
aclarar antes de nada un pequeño error pues el nombre correcto de este cauce es
el de Barranco Pasata, el cual presenta una cuenca de recepción pequeña de tan
sólo unas 50 Ha. A pesar de lo dicho, el problema radicaba en que poco antes de
desembocar en el Barranco de Oliván, una pista forestal cruzaba
transversalmente su cauce. Y no era una pista cualquiera pues se trataba de la
pista abierta en 1961 la cual ascendía hasta la Cruz de Basarán. En ese entorno
el PFE había adquirido en los últimos años unas 2.400 Ha y consorciado hasta
esa fecha otras 300 Ha más. En el monte de Basarán ya se había comenzado a
repoblar en 1954, en Casbas en 1952, en Berbusa un año más tarde mientras que
en Ainielle se comenzó en 1957. Para mediados de 1966 ya se habían repoblado en
la zona unas 2.000 Ha. Además, aún quedaban por comenzar los trabajos de repoblación
del monte de Cillas que lo hicieron ese mismo año.
En ese contexto, resulta que cada vez que llovía de forma
moderada a fuerte, las aguas del Barranco Pasata arrastraban gran cantidad de áridos
de tal forma que la pista ubicada al final de su trazado quedaba totalmente
cortada. Aquellos cortes frecuentes suponían un serio contratiempo para todos
los trabajos que el PFE realizaba valle arriba, tanto repoblaciones como
construcción de diques o apertura de pistas forestales. Así pues se consideró
que la mejor manera de solucionar aquél problema y otros de mayor envergadura
que podían llegar a presentarse, era la construcción de un dique sobre su
cauce: "La construcción de un dique
en el lugar que proponemos asegurará la ladera impidiendo su corrimiento y por
tanto cesará la principal fuente de arrastres. La corrección de este torrente
permitirá el paso libre por la pista de Basarán y se impedirá un progreso en la
erosión que podría ser catastrófico para la integridad de la pista y del
poblado de Oliván" (3). Además, esa misma pista era por la que los
ingenieros del PFE tenían previsto extraer la madera procedente de los aclareos
de las repoblaciones cuando llegara el momento de efectuarlas. Queda claro que
se trataba de una pista estratégica para los intereses de este organismo
forestal por lo que no dudaron en intentar solucionar de raíz cualquier
problema que pusiera en peligro el buen funcionamiento de la misma.
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Diseño del dique previsto según el proyecto de 1966. Foto: Archivo Cartagra |
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Vista del mismo dique en 1971 al poco de finalizar las obras. Foto: Fototeca INIA |
El conjunto de la obra propuesta alcanzó un volumen total
de 150,87 m³, el empleo de 45 kg de dinamita, 140,8 m³ de arena, 1.299,20 kilos
de cemento portland o 163 m³ de mampostería hidráulica para forrar el dique de
cemento armado. El montante total de esta obra ascendió a 152.102,52 Pts donde
los jornales supusieron la partida más importante, nada menos que 103.072,68
Pts. Los salarios tras ocho horas diarias de jornada en función de las
categorías fueron los siguientes: Capataz, barrenero y encofrador: 220 Pts
(27,50 Pts/hora); Albañil: 300 Pts (37,50 Pts/hora); Peón: 180 Pts (22,50
Pts/hora); Pinche: 100 Pts (12,50 Pts); Caballería: 240 Pts (30 Pts/hora).
El interés antes referido en esta pista forestal queda
también de manifiesto en el puente que el PFE construyó en 1961 para atravesar
el cauce del Barranco de Oliván. Se trató de una obra mixta entre un puente y
un pequeño dique, de tal forma que su construcción también sirvió para reducir
la pendiente de este cauce. Con ello se pretendió garantizar la integridad de
un tramo de pista de unos 300 m que discurría paralela y a la misma altura que
las aguas del Barranco Oliván. Cabe señalar que hasta la fecha no se ha podido
localizar ninguna documentación sobre esta obra.
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Aspecto de la construcción del puente sobre el Barranco Oliván en 1961. Foto: Archivo Cartagra |
En la actualidad este barranco presenta a lo largo de su
cauce tan sólo tres diques hidráulicos de primer orden frente a los nueve que
llegaron a ser contemplados en el proyecto inicial localizado y aquí comentado.
Estos se ubican en el tramo final del Barranco de Oliván, uno por encima del
puente antes citado y otros dos por debajo del mismo y a la altura de pueblo de
Oliván. A estos tres hay que añadir uno más, el también aquí mentado que se
construyó sobre el Barranco Pasata.
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Vista
aérea del tramo final del Barranco Oliván con la ubicación de los
diques y puente construídos. Foto:Archivo Cartagra |
Bibliografía
y Fuentes:
-(1): Proyecto Corrección del
Torrente Oliván; Archivo Servicio Provincial Agricultura, Ganadería y Medio
Ambiente de Huesca.
-(2): Piedras y Penas en tiempos
del Patrimonio. Carlos Tarazona Grasa; Oliván, 2007.
-(3): Patrimonio Forestal del
Estado; Servicio Hidrológico Forestal. Proyecto construcción dique de mampostería
en el Barranco de Foscos; Zaragoza, abril de 1966. Archivo Servicio Provincial
Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca.