Y ya que estamos
hablando de sequeros, a continuación pasaré a contar algo sobre las vicisitudes
que concurrieron alrededor de la construcción del sequero de Sarvisé. Como se
verá a continuación, la que acabó siendo su ubicación final poco o nada tuvo
que ver con las intenciones iniciales de su promotor.
Dibujo levantado conforme avanzaban las obras del sequero de Sarvisé. Foto: Archivo Cartagra |
Boceto realizado a mano alzada por Ignacio Claver con los diferentes elementos del sequero artificial. Foto: Archivo Cartagra |
La primer gestión que se conoce al respecto lleva fecha
del 17 de abril y consistió en un oficio al Guardia Forestal de Broto, Ramón
Azón. Preguntó a dicho empleado si conocía en la zona una parcela de unos
100-150 m² en el entorno del núcleo de Broto y próximo a la carretera nacional.
Este le contestó cuatro días más tarde comunicándole que en esa ribera él
calculaba que había cerca de 7.000 Ha de bosques de pino silvestre. Hizo
gestiones directas con varios propietarios de fincas próximas a la carretera y según
él, ninguno se mostró partidario de vender. Parece ser que para esas fechas el
Servicio de Regiones Devastadas había expropiado distintas fincas en esa zona, y
al mismo tiempo, algunos particulares habían adquirido solares para la
reconstrucción de casas. Así pues, todo lo disponible en la zona para esas fechas parece que ya
había sido adquirido de una forma u otra.
Ante esa situación, Ignacio Claver contactó con el Alcalde
de Sabiñánigo, Herminio Pérez, con el que ya había tenido
contactado con anterioridad pues por esas fechas estaban conversando sobre la instalación de una
empresa de celulosa en Sabiñánigo (2). En una carta fechada el 12 de mayo, el primero le
preguntó por la disponibilidad en esa localidad de un solar de unos 150 m² donde construir una
sequería y una casa forestal. Según se desprende de la carta, en esos
momentos ya estaba redactado el proyecto en cuestión el cual contemplaba en
boca del forestal "...algo vistoso
que sirviera de ornamento". El alcalde en cuestión le contestó a
mediados de mayo comunicándole la disposición de un vecino para vender una finca de esas
características. Se llamaba D. Francisco Rapún y el solar se ubicaba en la Calle General Ponte
"...cuyo sitio es muy apropiado y
céntrico" (3). El alcalde le comunicó también que, en caso de no ser de su agrado esa
finca, el ayuntamiento también disponía de otros posibles terrenos para tal
fin.
Plano de Sabiñánigo con las posibles ubicaciones en rojo para el emplazamiento del sequero artificial. Foto: Archivo Cartagra |
El proyecto inicial que redactó Ignacio Claver contempló
una sequería de galería vertical con todos sus complementos, aunque al poco de
empezar a trabajar en él cambió de opinión. El motivo fue básicamente la
información que le proporcionó un colega forestal de Jaén quien le habló del
estupendo funcionamiento de una sequería ubicada en Sílex (Jaén) que además
ofrecía un gran rendimiento. Esta sequería además de presentar galería
horizontal permitía ser usada también como secadero para piezas de madera
pequeño tamaño. Aquél cambio de planes requirió así mismo el envío de una carta
al proveedor del material para que este cancelara el estudio y presupuesto del
primer proyecto. El proveedor escogido en ese caso fue Talleres Sanitarios
Guillermo Weber de Valencia.
El expediente consultado ya no aporta más información al
respecto y nos deja unas cuantas incógnitas por resolver. Seguramente debieron
surgir problemas para adquirir la finca en Sabiñánigo y las conversaciones
iniciadas no llegaron a buen puerto. Ignacio Claver debió retomar entonces la
posibilidad de establecer la sequería en el valle del Ara pues fue allí donde
finalmente se construyó la sequería que ahora nos ocupa. El lugar escogido fue
el pueblo de Sarvisé donde el Distrito Forestal de Huesca acabó adquiriendo dos fincas
diferentes. Una al sur del pueblo donde construyó una casa forestal que aún en
la actualidad es usada por personal del Gobierno de Aragón. En la otra finca,
próxima a Sarvisé, fue donde se construyó una sequería de galería horizontal.
Allí se debieron obtener gran cantidad de piñones de pino silvestre y
seguramente también de pino negro y de abeto debido a la proximidad de masas
naturales de estas especies en la cabecera del río Ara. Los piñones allí obtenidos serían repartidos a su vez entre los diferentes viveros existentes entonces en la provincia para obtener la planta necesaria para las repoblaciones previstas.
Aspecto definitivo del sequero de Sarvisé en la década de los 60 del siglo XX. Foto: Archivo Cartagra |
La década de los años 60 del siglo pasado debieron ser la
época de máximo esplendor de esta instalación forestal. Esos años fueron los de
máximo apogeo pues fueron numerosas las repoblaciones forestales auspiciadas por el Patrimonio
Forestal del Estado. Se realizaron de forma amplia y extensa afectando a muchos
montes e incluso pueblos del Prepirineo oscense. Pasado ese periodo esta sequería, al igual que
otras ubicadas en Ansó, Aragüés del Puerto o Villanúa, entraron en plena
decadencia. Esta instalación dejó de emplearse para el fin que fueron diseñadas
y pasaron a ser usadas como un mero almacén para material de todo tipo. Su mantenimiento
se hizo cada vez más escaso hasta llegar a su estado de actual, totalmente
abandonado y olvidado por su dueño y gestor actual, el Gobierno de Aragón.
Fuentes y Bibliografía
- (1): Archivo Servicio Provincial Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de Huesca.
- (2): Poco tiempo después acabó instalándose dicha empresa que fue conocida
popularmente como la Papelera de Sabiñánigo.
- (3): En la actualidad esta calle lleva el nombre de Leonardo Coli Escalona.
- (2): Poco tiempo después acabó instalándose dicha empresa que fue conocida
popularmente como la Papelera de Sabiñánigo.
- (3): En la actualidad esta calle lleva el nombre de Leonardo Coli Escalona.