Con el presente post doy comienzo a una nueva serie de
entregas que se irán centrando en los numerosos pueblos que fueron adquiridos
por el Patrimonio Forestal del Estado en la provincia de Huesca. En ellos
abordaré de una forma resumida parte de la información que he conseguido
recopilar sobre cada uno de ellos, haciendo especial hincapié en el proceso de
adquisición del mismo. Tales entradas quedarán englobadas igualmente dentro de
la sección de Memoria Forestal de este blog
He decidido comenzar esta nueva serie de entregas con el
pueblo de Burgasé, enclavado en la comarca a la que da nombre y en la que se
asienta un número importante de pueblos adquiridos por este organismo forestal.
En la actualidad en la Solana Burgasé se encuentra una mancha forestal de unas
7.000 Ha aproximadamente, cuyo origen debemos buscarlo en las repoblaciones
forestales masivas propulsadas por el régimen dictatorial franquista a través
del Patrimonio Forestal del Estado (PFE).
Burgasé
El conjunto del pueblo contaba según el informe elaborado
por el PFE con un total de 2.309 m² destinados a vivienda y otros 653 m²
destinados a construcciones auxiliares. El nombre de las diecinueve casas que
se han podido recopilar son los siguientes: Casa
Puyolé, Casa Clara, Casa Añoto, Casa Jacinto, Casa Serrate,
Casa Ezquerra, Casa Juan, Casa Buesa, Casa Cuello, Casa Lordán, Casa Borrué,
Casa Sastre, Casa Juan, Casa Cacalás, Casa Tana, Casa Ralla, Casa Vicente,
Casa Méliz y Casa Villacampa. Todos los terrenos incluidos dentro de la cuenca
del por aquél entonces previsto embalse de Jánovas fueron declarados en julio
de 1961 como Perímetro de Repoblación Obligatoria. Obviamente, el monte de
Burgasé quedó incluido dentro de esos límites.
Según los datos catastrales iniciales, su monte tenía una
extensión de 308 Ha aunque los datos obtenidos tras la medición realizada por
personal del PFE arrojaron nada menos que 903 Ha de superficie. La opinión del
ingeniero de montes que dirigió aquellos trabajos de medición fue desde un
principio totalmente favorables respecto del interés del PFE en adquirir aquél
monte. Para aquellas fechas, verano de 1962, este organismo forestal ya había
adquirido en la zona los pueblos de Castellar, San Felices de Campol, Tricas,
Muro y Ginuábel. Por su parte, en trámites de adquisición se encontraban los
pueblos de Gere, Pardina El Seto, Ceresuela, Sasé, Giral, Cajol y Campol. Otro
punto de interés para la adquisición de Burgasé era que dentro de sus límites
había buenos terrenos en los que instalar un vivero forestal donde producir la
planta que se necesitaría para repoblar buena parte de los montes mencionados.
El inicio del proceso de adquisición comenzó un 30 de
noviembre de 1961. Esa era la fecha que llevaba el escrito firmado por hasta
dieciséis vecinos de este pueblo en la cual ofrecían la venta del pueblo y el monte al PFE. Según los
cálculos de los vecinos su monte tenía 850 Ha y por ellas solicitaron un precio
inicial de 8.500.000 Pts. Es decir, un precio de 10.000 Pts la hectárea lo cual
resultaba de entrada un precio elevado para los precios que había pagado hasta
ese momento el PFE en esta zona. En noviembre de 1962 el ingeniero de montes
Agustín Iturralde redactó la pertinente valoración del conjunto del monte
obteniendo para el mismo un valor de 3.643.601 Pts. A principios de diciembre
de 1962 el Jefe de la Sección 3ª de Adquisiciones modificó a la baja algunos
parámetros de esa valoración y fijó un precio final de 3.452.851 Pts. Así fue
como a finales de 1962 se notificó a los propietarios que el precio que estaba
dispuesto a pagar el PFE era dicha cantidad. A pesar de la gran diferencia
inicial entre las aspiraciones de una y otra parte, los vecinos presentaron un
escrito fechado en Lacort un 6 de diciembre de 1962 firmado por catorce de
ellos. En él aceptaban vender todas sus propiedades por 3.452.851 Pts.
El siguiente paso que dio el PFE fue preguntar al
Registro de la Propiedad de Boltaña cuál era el estado registral de toda la superficie
en cuestión. Desde el Registro respondieron que de las 850 Ha sólo había
debidamente inscritas 38,8 Ha. Es decir, había un exceso de cabida de nada
menos que 864,16 Ha. En el acto de firma de la escritura de compra-venta el PFE
sólo pagó que 112.373,83 Pts entre diez de los vendedores mientras que el resto
no recibieron cantidad alguna debido al exceso de cabida referido. No se ha
podido concretar la fecha en la que todas las partes fueron convocadas para
proceder a la firma de la escritura de Carta de Pago por las cantidades que se
adeudaban. Este pago, según las leyes en vigor entonces, debía demorarse al
menos dos años. Este era el periodo de tiempo establecido para que si había una
segunda persona que dijera ser propietaria de los terrenos en cuestión,
presentara la documentación acreditativa pertinente.
En el momento de la firma de la escritura de Carta de
Pago, al menos dos años después de firmar la venta, el destino de los antiguos
moradores de Burgasé era muy variado y se repartían entre destinos por la
geografía aragonesa pero también catalana. A Monzón marcharon al menos cuatro
casas; a Bielsa los de una; a Zaragoza los de dos casas; a San Lorenzo del
Flúmen los de otras dos casas; a Torralba de Aragón dos casas más y tan sólo
una a Barcelona. Otros vecinos en fechas anteriores al de la venta ya habían
emigrado a varios puntos de Francia.
Fuentes y Bibliografía:
- Archivo Fondo Documental del Monte; Ministerio Agricultura y Medio Ambiente, Madrid.
- Archivo Servicio Provincial Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón.