Tras el primer post de esta sección destinado básicamente a la
presentación de la misma, llega el momento de entrar en materia y
mostrar cuál es su verdadera intención. Y lo hago de la mano de una
magnífica foto realizada hacia 1910-1912 por el fotógrafo catalán Julio
Soler Santaló, hace nada menos que más de un siglo. Se trata de una
fotografía de la plaza principal de Acumuer, el
primer pueblo que encuentran en su discurrir hacia el sur, las aguas
del bravo Río Aurín. Este pueblo se levanta a orillas de este río a una
altura de 1.191 m sobre el nivel del mar. En la actualidad yo no vive
nadie en él de forma permanente auque durante los fines de semana,
puentes y meses de verano, acuden al mismo numerosos descendientes de
este pueblo.
Si contemplamos detenidamente esta foto ya podremos apreciar más de un
detalle que llamará nuestra curiosidad. Pero si además
comparamos esta fotografía con otra de encuadre idéntico realizada
recientemente, será entonces cuando aflorarán más detalles diferentes y
menos evidentes.
Pues bien, a continuación intentaré detallar todos los que yo he sabido
apreciar y que me han llamado la atención por una razón u otra. Quizás
la principal diferencia la encontremos en la línea de tejados que se
recorta contra el cielo. Así es como enseguida detectamos que en la
actualidad falta una costrucción que corresponde a la que en su día se
conoció como Casa Torreta. Los otros dos volúmenes principales corresponden a La Cárcel,
a la izquierda, cuya fachada prácticamente se mantiene idéntica. En
cambio, la losa de su cubierta ha sido sustituida por la teja actual. El
otro volúmen pertenece a Casa Raimundo y comprobamos como tanto
su cubierta como su fachada ha sufrido alguna reforma. Su cubierta de
losa fué sustituida también por la cada día más abundante teja. En la
actualidad, todas las ventanas de las plantas primera y segunda han sido
convertidas en pequeños balcones. La fachada de esta casa presenta
también un remozado de cemento pintado posteriormente en un color
marfil, que ha sustituido al encaldado típico de antaño. Esto lo podemos
apreciar a pesar de que en la imágen de Soler Santaló se interpone
delante un pilar que se levantaba sobre una base cuadrangular. La
cubierta de esta casa también ha sustituido la losa original por la teja
cerámica.
Aspecto que presenta en la actualidad el mismo encuadre fotografiado a principios del Siglo XX |
En primera línea de la fotografía antigua destacan tres figuras
humanas. Tan sólo el sombrero que porta una nos ayuda a deducir que se
trata un hombre, el cual aparece justo delante de la puerta de entrada a
Casa Mateba. Sin embargo, las dos claras figuras femeninas
enseguida nos hablan de otros tiempos. No sólo por sus cabellos largos
recogidos en un moño, propios de esa época decimonónica. También por sus
largas sayas,
una de las cuales aparece adornada en su vuelo inferior con dos fenefas
y por sus blusas de manga larga, seguramente de lino. En la actualidad
el suelo donde aparecían las figuras humanas está empedrado y nivelado
lo que facilita caminar sobre el mismo. El uso de la madera en exterior
se ha visto sustituida por el hierro, mucho más resistente a la
intemperie. Esto lo podemos comprobar en la puerta de acceso al recinto
parroquial, en los balcones de Casa Raimundo o en los de Casa Matietas. Tan sólo se
mantiene la madera en dos de las puertas que aparecen en la imagen
actual, la de Casa Mateba y la de Casa Matietas. Concluiré diciendo que la barandilla de la plaza responde a las
lógicas medidas de seguridad actuales y que antaño para nada se tenían
en cuenta. El banco de la plaza pensado para sentarse y descansar,
tampoco tenía cabida en los albores del siglo XX pues es fácil imaginar
que en esa época dispondrían de poco tiempo para la contemplación.
Una clara muestra de la evolución del tiempo en este pueblo la encontramos en la entrada de la casa conocida como La Cárcel.
Seguramente que este nombre se ha mantenido en el tiempo pues en alguna
época esta construcción debió cumplir con tal cometido. Afortunadamente
aquella función quedó en deshuso y en la planta superior se instaló
durante años la secretaría del Ayuntamiento de Acumuer, justo hasta que
en 1965 fuera absorbido por el Ayuntamiento de Sabiñánigo que es al que
pertenece actualmente. En tiempos más recientes, a la entrada de esta
construcción se colocó el teléfono público de Acumuer, el cual todavía
se mantiene aunque funcionando de forma deficiente. Llama la atención la
combinación que carteles que nos encontramos en la entrada de esta
casa. Quien quiera sabel algo más sobre este atractivo pueblo puede hacerlo pinchando aquí.
Dos usos bien diferentes a lo largo del tiempo para una misma construcción |
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